La película danesa del mismo título de Susanne Bier, tiene ahora su remake con un director que a todos suena y a todos ha gustado, pero que en esta ocasión, y pese a mi favoritismo hacia él, no puedo más que dudar del mismo muchísimo. A sus 60 años se ha atrevido hasta a decir que dudaba de sí mismo en un film de este calibre y trama. Vamos, que no tiene demasiada confianza, y no me extraña, la imposición comercial del mismo le lleva al camino de la sospecha. Jim Sheridan será siempre comparado y recordado en base a Mi pie izquierdo, The boxer y En el nombre del padre.
Que su trama sea algo muy dramático hasta la extenuación, que el simbolismo en el país de estreno sea llamativo y que tres actores tan conocidos secunden los papeles con su corta edad y aspecto, no hacen más que hacerme pensar que en esta ocasión se ha tragado con las necesidades de la industria y punto. Ahora bien, el punto de equilibrio de la película está en su guionista, David Benioff (La última noche, Troya o Cometas en el cielo. Puede que en esos momentos en los que ni la dirección sea la típida de Jim, y que los actores nos hagan pensar más en sus anteriores exitos que el film, éste logre captarnos de nuevo con un diálogo a lomos de lo estremecedor si es que se está jugando de verdad a soltar una historia dura. Lo que siempre ha enseñado el maestro Sheridan en sus films ha sido gente real, y eso es lo que quiero, que no la pierda. Si alguien es capaz de juntar todos los estímulos y hacer una película media muy decente es él.
Tobey Maguire es el que más me chirría en todo esto. Sin entrar en los detalles de su papel, el más complicado a mi entender, puede que le venga grande, y la farándula le acose en las miradas de los espectadores deseosos de papelón más allá de Spiderman. Sus compañeros, siempre decentes y atrayentes, Jake Gyllenhaal (Zodiac o Brokeback Mountain) y Natalie Portman (New York, I love you), sí que pueden entrar en el papel con realismo, puede que hasta consigan algo de simpatía en las cámaras que logre un golpe enorme en el golpe final de unos minutos, que seguro deparan tragedia, de esa que es triste pero que todos entendemos en la butaca normal y deseada.
Un film que claramente puede ser una caída o una buena película que recordar. Las sospechas y los parches que las taparían acaban por hacerme pensar que va a ser una decepción lógica. Sin embargo, habrá que esperar, darle minutos, darle momentos con los que nos convenza a base de buenas escenas, pero seguro que no se trata de un cinco estrellas porque ya huele de lejos que las pierde por el camino. Ojalá no acabe siendo sin más una película como la que hizo hace nada, una lucha entre ser mejor que peor quedándose en algo simplemente bien hecho pero sin un punto de calidad superior como Get rich or die tryin´.