Crítica de la película Sherlock Holmes por Romulo

Es meridianamente sencillo dar con lo que funciona y lo que no en esta nueva revisión del personaje de Sherlock Holmes. Empecemos pues sin más demora.

Entre lo negativo señalaría todo aquello que se esconde en el lado oscuro de la trama en lo que a la aventura concreta de esta película se refiere, a saber: Lord Blackwood y sus acólitos, e incluyamos también a Irene Atler, ya que durante toda la historia baila con su participación desde el lado malvado. Dejemos fuera, eso sí, a Moriarty, del que luego hablaré.

Irene Atler es un personaje que quiere presentarse como de mujer con arrestos en una época poco dada a libertades para las féminas. Pero resulta que ni McAdams tiene el carisma que se pide, ni el personaje da demasiado. Por su parte, Blackwood cuenta con un actor de apariencia demasiado plana (de evidente facha maliciosa) y un guión que le da muy poca chicha. Y eso que la idea de un villano que se las ingenia para "volver del Más Allá" sonaba perfecta como reto logístico para Holmes. Y eso que Ritchie se afana en regalarle al personaje alguna que otra imagen potente. Pero el villano no está a la altura del héroe. Su trama mágica es evidente que acabará descubierta en trucos alquímicos por Holmes. El desenlace en las alturas (como manda Hitchcock) acaba con el consabido "Así lo descubrí".

¿Los aciertos? Evidentemente la película tiene ritmo y una estética muy Ritchie que no le acaba de sentar del todo mal. Pero, finalmente, los puntos fuertes se resumen en nombres propios:

Holmes y Watson
Como protagonista, Downey Jr se "limita" a hacer funcionar al héroe con un registro muy concreto de gestos e infinita chulería y desdén. Pero infinito carisma. Eso le basta para llevar el peso no de la trama si no de absolutamente todo con insultante solvencia. Además, Jude Law trabaja un perfil algo alejado de sus roles habituales, más gris, modesto y fiel. Lo mejor es que ambos personajes casan, cuadran y funcionan como en las mejores películas de poli serio y poli loco: lo que algunos pesados llamamos "química". Un cliché aquí bien utilizado. Ellos dos son la película, sus encuentros y desencuentros sobrellevaban el interés, las risas y, en general, todo.

Moriarty
Es decir, el futuro. Él será el villano de la segunda función pero, ¿por qué ha de ser un punto a favor? No sólo porque anuncia un villano mejor (¿lograrán fichar a Brad Pitt?) sino por lo que Ritchie se anime, ahora sí: En Sherlock Holmes ha intentado y en cierta medida conseguido mantener algo de su estilo neo-noir "bajos fondos británicos", si bien siempre supeditado a las necesidades de un blockbuster que ha de cumplir con las exigencias de la taquilla usamericana. Después de la pasta larga que Sherlock Holmes está dando, la Warner le soltará la correa, y el propio Ritchie, poco dado a modestias, se soltará él solito para crear un Holmes, segunda versión, más personal, y con un rival más duro de pelar.

Una postcrítica que acaba en precrítica. Esperamos a Moriarty.

PD: Bravo por la banda sonora, acertadísima, de Hans Zimmer.