En un tiempo no demasiado lejano pude hasta defender la entereza de este tipo de films básicamente porque no engañaban y vendían lo que eran, exageraciones en forma de sátira que disfrutar en la intimidad de un nivel inferior de intelecto, el de la risa sencilla pero por qué no, cierta y desternillante.
En aquellos tiempos la conjunción de la teoría se hacía cierta porque se aunaba con el objetivo de la mencionada burla en forma de películas del mundillo y año, con mayor o menor éxito, pero reconociblemente populares. Hoy en día, los chistes de películas de menor calado y menor competición hasta llegar a situaciones de no reconocimiento del público de la película ridiculizada es el peligro.
Por tanto, de manera menor, con la necesidad de movilizar a Charlie Sheen y la Lohan, llevando el peso de su publicidad y reclamo como opción última desesperada, el esfuerzo de Scary Movie 5 es conseguir el mismo nivel digno de sus anteriores y sobre todo ser útil, es decir, servir para hacer reír. Creo lastimeramente que no creo que lo consiga.