Im Sang Soo es un director afamado en el circuito festivalero, y en nuestro país es, sobre todo, conocido por "La mujer del buen abogado".
Sin embargo siempre se le ha echado en cara que su cine, aunque se parezca al de otros realizadores coreanos como Kim Ki-Duk ("Hierro 3" o "El arco"), le falta magia y fuerza.
A mí este tipo de consideraciones me parecen un poco frívolas y carentes de fundamento y base.
A mí, sinceramente, lo que más miedo me da de esta película es que rompa el hilo de sutileza de una historia que está pensada para criticar y hacer reflexionar sobre política en tiempos de dictadura.
Con este pretexto aceptaré gustoso toda la magia que quiera insuflarme, incluso la oscuridad del verbo de su mensaje, pero lo que nunca le tragaré será una película abiertamente política.
Yo creo que Sang Soo será capaz de impregnarle a la película el halo mágico y romántico necesario para que el hilo aguante fuerte y tenso.
Con reticencias.