Debo decir ante todo que, como miles de personas en todo el mundo, soy uno de los seguidores de la saga Millenium de Stieg Larsson, el escritor y periodista sueco que nos dejo antes de hora, sin llegar a saber siquiera, que sus libros se convertirían en unos de los bestsellers más famosos de nuestra época. Y como buen fan de cualquier novela, uno siempre se halla ante la tesitura de querer ver en la gran pantalla aquello que le cautivó del libro, pero con el gran temor a que la esencia quede vilipendiada, se cambien los hechos o los personajes sean un débil reflejo de lo que el autor nos mostró.
En este caso concreto, los derechos de los libros de Larsson, fueron adquiridos antes de que la saga fuera conocida por el gran público por una productora sueca con la intención de convertirla en un telefilme policiaco. Esta idea mutó cuando la saga alcanzó su gran popularidad y se redujo el metraje para poderla estrenar en el cine y dejar los minutos sobrantes para posteriores capítulos televisivos, lo que no deja de producirme cierta aprensión. Los tijeretazos nunca traen nada bueno, aunque el film goce aun así de más de dos horas de duración.
La adaptación del primer libro de la saga, está dirigida por el danés Niels Arden Oplev, que ha trabajado en muchas series de televisión y el guión ha corrido a cargo de Nikolaj Arcel y Rasmus Heisterberg, que ya coincidieron en La isla de las almas perdidas. Espero sean capaces de captar la intriga, los entresijos y el carácter de la novela en este primer thriller.
La gran expectación, sin embargo, la ha creado Noomi Rapace, quien dará vida a ese magnífico personaje antisocial que es Lisbeth Salander. He tenido la suerte de ver alguna foto de ella y creo que por lo menos en la faceta física, no decepcionará.
Sé que sin grandes presupuestos, el cine nórdico nos puede regalar maravillas como recientemente Déjame entrar, pero algo me dice, pese al éxito que ya ha cosechado en las taquillas escandinavas (y ójala me equivoque) que esta cinta no alcanzará el mismo nivel. Por muy buena que sea la trama, creo que era Larsson el que la daba un toque especial al narrar la historia.
Si finalmente nos defrauda, a sus seguidores aun nos quedará disfrutar de La reina en el palacio de las corrientes de aire, la esperadísima tercera y última parte de la trilogía, pero claro, eso ya en la soledad de la lectura.