Park-Chan-chun o como se llame, muere de éxito en ésta película. A mí me ha aburrido. Su historia de venganza resulta bastante típica y se nota que con Oldboy tocó techo.
Yo no he visto Sympathy for Mr. Vengance, y ya sé que muchas veces establecer éste tipo de comparaciones resulta odioso, pero la historia de Oldboy, por ejemplo, te atrapa desde el primer momento. Deseas saber quién es el que ha puteao al protagonista, y por qué. Y cuando se resuelve, tras temer que pudiera ser cualquier final trampa, pues resulta que es un final en toda regla, sorprendente, y con mucha fuerza. Aquello estuvo muy bien.
Sin embargo aquí no tenemos nada de eso. La dirección es expléndida, eso es indiscutible y me permite llegar a darle hasta un dos. Pero la historia de venganza está hecha sin ganas. Sin nada que contar. Hecha para aprovechar la ola de éxito conseguida con sus anteriores films... y poco más.