Desde luego Truman Capote no sale muy bien parado en esta película. Esto es un buen síntoma: no estamos ante el típico esquema de biopic aburrido, sino que la película trata de aportar algo más.
Aun y todo es inevitable que una biografía gire alrededor del biografiado, el protagonista, encarnado en éste caso por Phillip Seymour Hoffman. Hoffman merece ser premiado como mejor actor del año. ¡qué actuación tan magistral! Y no se trata sólo de poner voz de pito, son las miradas, las muecas, la forma de andar y esa seudorisa extraña, tan extraña como él.
La película utiliza un mecanismo que me gusta bastante. Es biográfica, sin embargo no cuenta hechos de la historia del biografiado, sino que te muestra su personalidad a través del proceso de parimiento de A sangre fría, novela que le consolidaría como uno de los autores más importantes del siglo XX para la literatura americana. Para aquellos que conocemos A sangre fría, la película realmente no nos cuenta nada que no sepamos, con lo cuál pasas una hora y cincuenta minutos viendo como reacciona un personaje a hechos que ya conoces... SIN ABURRIRTE.
Realmente meritoria ésta película. Es un gustazo ver a Hoffman, y espero que a partir de ahora podamos verle en muchas más películas. Eso si, que no deje de interpretar todos esos secundarios que nos ha ido regalando a lo largo de los últimos años.