Sin pretensiones, sin (demasiado) mensaje social, con ganas de hacer una película con ironía y humor. Una película muy ligera, muy fácil de ver, de reír las gracias. Me temo que también una película olvidable, que no ha hecho especial mella en mí en ningún aspecto.
Al contrario que su película “Vivir rodando”, DiCillio consigue en esta película eliminar imperfecciones, en su mayoría, haciendo una película mucho más regular. Pero regular en ambos sentidos pues tampoco se ven momentos brillantes.
Me han gustado mucho los colores, especialmente cuando están (en varias ocasiones) en el bar. Me ha gustado el humor cínico y me han gustado los actores. Me gusta, como decía al comienzo, que tenga esa falta de pretensiones. Se queda en una pequeña sátira sobre el mundo del papel cuché.
Me gusta el personaje de Buscemi, con esa falta de aceptación paternal que le hace inventarse una importancia que no tiene. Como necesita a los famosos, modelo de admiración, y como al final dar la mano al que antes era un vagabundo le produce esa satisfacción porque ahora es alguien. Me gusta la idea de que a veces una cámara pueda llegar a ser una pistola. Me gusta la idea sí, pero no me gusta demasiado en la práctica por resultar demasiado exagerado.
Una comedia divertida, sin carcajadas. Una buena alternativa a Jennifer Aniston.