Lo primero que podemos destacar es el carácter humilde del film hasta límites insospechables, suerte ha tenido en conseguir proyección, aunque eso sí, viene avalada por el éxito del público en el Festival de Valladolid, ya que su presupuesto es mínimo, sus actores primerizos, y su guión un intento de llevar algo serio bajo la nuve de planos y cortejos a la cámara que en muchas ocasiones no serán ni agradecidos en pantalla.
Dos directoras nóveles que siguen sus pasos por estudios desde hace tiempo juntas, se reencontraron para sacar adelante este talentoso film con agallas, que muchos que poseen capacidad de medios quisieran haber sacado a delante de la mano de la productora navarra Cronoscopia.
Me espero una esperanzadora plataforma para estas dos sensibles y valientes que se atreven a adentrarse en el mundo laboral como temática, y encima enriquecerla con detalles de guión complicados en una primera intentona que en lo referente al plano técnico va a defraudar, pero esta es la gracia de su espectación creada.
Aunque sólo sea por estar al tanto de esta propuesta, deberíamos acercarnos a ver ese cine más complicado y difícil todavía, el de la poca recompensa, que en este caso si que la ha tenido, el éxito, distinto, pero éxito, y habrá que echar los ojos a un lado de vez en cuando, como si sólo valiera escuchar. En esta ocasión, ¿qué más da?.