Flaco favor le hacen a esta película poniéndole el título que le ponen. Porque todos se van a pensar que estamos ante otra comedia chorra en el estilo "amigos del novio" "novio de la novia" "padre del nuero" "abuelo de la novia" "hijo bastardo del novio" y todo eso y tal y cual.
Pero no. Esto es una comedia de Edward Burns. Esto quiere decir que es otra cosa pero que no necesariamente tiene por qué ser algo interesante. Burns sugió hace ya unos añitos en la industria con un estilo tranquilo pero ciertamente personal, firmando películas agradables y baratas que funcionaban medianamente bien. Hablo de títulos como Los hermanos McMullen o She's the one (uno de sus trabajos más conocidos, con Cameron Diaz al frente del plantel actoral). Burns nunca ha llegado a estar en una primera línea de calidad, o de esperanza, o de futuro, o de éxito. Pero era un tío a tener en cuenta.
Sin embargo, con los años se ha ido desinflando como realizador y guionista y ha tenido que ir formando su carrera como actor secundario en proyectos de otros, hasta el punto de haberlo visto en películas como 15 minutos o Salvar al soldado Ryan. Ahora nos llega con un nuevo intento. Él no ceja en su afán por ser director de cine, por encima del resto de sus facetas.
Así que, simplemente, es otra oportunidad que le damos.