Crítica de la película Tetsuo: The bullet man por William Munny

La tercera entrega del mítico creador del cyberpunk no me ha resultado sorprendente pero sí sorpresiva. Sorprendente no porque las formas y maneras alocadas del director para con este personaje o creación, por no decir tendencia, era de preveer, pero sí sorpresiva por el talante comercial de las palabras de sus personajes, de las poses de sus momentos. Es una presentación de su mundo a lo occidental o una excusa para recuperar otros tiempos de inventiva…

A mí personalmente me ha resultado artificial, con mucho trabajo de montaje y visión de montaje al rodar, pero sin ese espíritu soñador de los momentos ahogados de esa primera entrega artesanal y pura. En esta edición incluso en ocasiones he visto tembleque provocado para engañar a la vista y tirar de lo espectacular de lo desconocido del desequilibrio mental.

Sin garra, sin fuerza, con palabras vacías y un toque de explicación en demasía, no deja de tener un mérito digno, pero no llega al punto de agarrar y hacer descubrir a un público anonadado a la espera del rastro de lo visto y por ver. La garra desaparece y empieza una especie de espectáculo semicircense al servicio de especular con un hombre bala maquillado a ratos, verosímil a otros. Qué pena…