Con la fórmula de la ardilla y la bellota como secuencias que empujan al público a aguantar, el resto de la película con comentarios un pelín fuertes para chavales pequeños, se muestra sin ideas, de enormes diálogos soporíferos y algo de acción pero sin demasiado fundamento.
El hielo como protagonista que no existe demasiado en realidad, una escena final que no concluye nada y la trama de la extinción sin definirse ni siquiera para los niños, pasa por la cartelera sin fama ni recuerdo, gran ejercicio de taquilla.