Crítica de la película Iron Man por Iñaki Ortiz

No empieza mal la película. Despliega un arsenal de réplicas, ingenio, frescura y descaro que generan unas falsas esperanzas sobre lo que puede llegar a ser. Robert Downey Jr. se recrea en su propio carisma. Parece una película divertida, con ritmo. Rodada con falso realismo de zona de guerra. Va bien. A la media hora todo se va al traste.

El toque de realismo estético pronto se muestra como un elemento absolutamente disonante, dentro de una historia de exagerada fantasía infantil, y la película se queda a medias entre una acción sobria y un derroche de palomitas.

Comienzan las anécdotas sonrojantes, como la de hablar por teléfono en pleno combate,  y de ahí para arriba. Vale todo lo que favorezca el avance del guión y la pirotecnia. Lo que parecía un guión interesante por sus diálogos se muestra inaguantable por su hipermecánica estructura modelo de mala historia de superhéroes.

Si hay algo que salva de alguna manera el film, es la interpretación de dos grandes. Downey Jr. es la mitad de la película, sin él no hay nada. Aporta la elegancia y el carisma que la historia no tiene. Si se rueda una segunda parte, que parece que va a ser que sí, y no le consiguen en nómina la película será un absoluto fracaso. El otro grande es, por supuesto, Jeff Bridges, que consigue que su estúpido personaje tenga una presencia y un estilo impecable.

Aún con estos dos monstruos de la interpretación, la película consigue eliminar todo interés antes de llegar a la mitad. Pronto las escenas se convierten en un interminable transcurrir de situaciones previsibles sin ninguna motivación. Me aburro. Para colmo, la película pasa de las dos horas, algo inconcebible cuando no tienes nada que contar.

No puede ser más mecánico. Una película que no nos reserva ninguna sorpresa. No esperaba gran cosa, pero sí al menos algún punto curioso de imaginación, ya sea en la historia o en la realización. No lo hay. No hay atmósfera, no hay ni siqueira un artificioso espectáculo como el que pueden generar mercenarios como Michael Bay. No hay nada más que un buen par de interpretaciones y unos diálogos moderadamente buenos.