Precisamente fue en el Zinemaldi de San Sebastián donde presentó el director estadounidense Jim Jarmusch su último trabajo. Con un Bill Murray a la cabeza, presentó la película Flores Rotas. En esta ocasión, Murray repite además de compartir un reparto espectacular con Isaac de Bankolé (Casino Royal) como protagonista, quien también ha trabajado con Karmusch en muchas ocasiones como en Ghost Dog, el camino del samurai , Tilda Swinton (Quemar después de leer), John Hurt (Los crímenes de Oxford), Gael García Bernal (La ciencia del sueño) y el español Luis Tosar (Los lunes al sol) entre otros. La participación de tan bueno y conocido actor sólo se debe a unas intenciones claras del director de dar minutos muy importantes a cada uno de ellos con interpreaciones serias y de calidad que repercuten en la historia y le dan solidez interpretativa y distraen al público.
Jarmusch no es un director convencional. Suelen gustar sus maneras y la personalidad que les da a sus películas. Además de trabajar con los mejores suele dar rienda suelta a la intriga, al suspense, a la acción, a un tipo de historias que encasillan sus películas a un tipo de cine y le hacen estar en una lista de buenos directores. No se cortará ni un pelo pero mantendrá el estilo que le caracteriza y difrutaremos. Sin límites y con esa capacidad de adaptación al cine de las historias del crimen más propias de novelas negras de hace décadas. Incluso llegaremos a pensar que nos está tomando el pelo. A veces, lo más absurdo pierde en favor de la aceptación. A algunos les puede parecer hasta un tanto vacía, sin sentido. Pero hay que probar una vez.
Haga lo que haga, que tenga un resultado fruto de la ausencia de límites.