Hasta el momento, a pesar de reconocer ciertas ceremonias, que es verdad pertenecen al mundo del ilusionismo más que otra cosa, este ser en forma de director M. Night Shyamalan (El bosque, El sexto sentido, El protegido y Señales) ha conseguido deleitarme una y otra vez con sus historias de increíble corte. ¿Esta vez por qué habría de ser diferente, si otras tramas parecían mucho más endiabladas?.
De la mano de un exuberante saber hacer tanto en el guión, con dirección de actores bastante reconocible y una cámara al servicio del suspense y la intriga continuadas, la joven, parece, sigue siendo una de las esperanzas de una deseperanzada cartelera.
Transmite, sin lugar a dudas, es un director que lo hace con poco y además de forma concienzuda y en el cine, en esa butaca, el bien vence sobre el mal, y sólo acabo pensando en las buenas razones para seguir agerrido a la historia. El truco y la vuelta de tuerca, se la permito, por hacerme gozar como pocos.