Si la parte puramente humana está descuidada y solamente rellena de planos sencillos con situaciones sencillas, la parte canina, con esos adorables seres que soportan las calamidades a fuerza de aguante, es con miedo a comparaciones una excelencia que transmite y llega, eso desde luego.
Del producto sentimentaloide que esperaba a lo que he visto en pantalla va un sigo de distancia. Esta parte es la que me gusta del film que no cae en grandes aventuras increíbles, llenas de hazañas desmedidas, y se limita a narrar bastante bien las peripecias de esos perros que desde luego en algunos momentos merecen alguna estatuilla.
En ningún momento pierdes el hilo, son casi 2 horas de película infantil y sigues interesado. Esto es un logro.