Crítica de la película This Is Love por Iñaki Ortiz

Una de las cualidades que están caracterizando a algunas de las películas de esta sección oficial de San Sebastián, es la complejidad de los personajes. Lo veíamos en Chloe, en Le Refuge y ahora lo podemos comprobar con este interesante trabajo. Lejos de caer en una fácil película sobre lo malos que son los proxenetas, y lo mal que lo pasa la pobre niña, esta película se centra en la atormentada y confundida mente del protagonista, que va llegando poco a poco a un lugar en el que nunca quiso estar. En este sentido, la película es muy valiente, no sólo por afrontar un punto de vista tan poco marcado que puede ser rechazado por el público, sino por adentrarse en aguas peligrosas con un tema tan delicado. Pero Matthias Glasner, el autor, es sincero y no busca ni el eufemismo ni la cruzada fácil. Qué diferente de otra de las películas que he podido ver recientemente en el zinemaldi, Precious, que nos colaba una historia sobre malos muy malos y una pobrecita mártir, perfectamente asimilable por un público que no tiene ganas de replantearse ninguna de sus posiciones. Lo bueno es bueno y lo malo es malo, mejor dejarlo estar.

Más allá de lo acertado de este acercamiento a unas cuestiones polémicas, el guión es un engranaje bien engrasado. La película comienza con la historia que podríamos considerar secundaria, y no es hasta que se nos ha presentado bien esta cuestión, cuando aparece el tema principal. Darle valor al personaje de la policía con elementos de su propia vida es una buena idea, ya de sobra asimilada, pero otorgarle tanta importancia, incluso consiguiendo que al inicio parezca el verdadero hilo conductor es una idea excelente. La información en pequeñas dosis (como saber que ella es policía), la historia narrada con mucha soltura, con un esquema de largos flashbacks bien conocido pero ejecutado con gran maestría. Un guión muy rico, escrito de un modo inteligente  y atrevido, tanto por su aspecto policiaco como por el drama que contiene, y también por la manera de abordar un tema peliagudo. Se le puede achacar el exceso de artificiosidad, pero tampoco quiere ser un relato demasiado realista, y es coherente consigo misma en todo momento.

Una gran película, que no sería lo mismo sin ese reparto que funciona de maravilla, incluyendo, por supuesto a la más joven de todos ellos, que consigue unos gestos y unas expresiones milimétricas. Gratamente sorprendido.