Así, sin sorpresas. Sin sorpresas en la historia que nos cuentan, que en ningún momento trata de ser original ni nos sorprende con finales inesperados ni artifcios innecesarios, y sin sorpresas a la hora de valorarla. Por que Génova a sido exactamente lo que me esperaba. Tampoco es muy difícil cuando tenía al resto de mis compañeros con la película ya postcriticada.
No se trata, desde luego, de las mejores películas de Michael Winterbottom, pero no por eso deja de ser una película muy interesante. Génova se siente, los personajes resultan creíbles y, sobre todo, no se nos aburre con escenas ni momentos que traten de masticarnos el drama. Se nos dan unas cuantas pinceladas de la personalidad de cada uno, y que cada espectador le de las vueltas que quiera. ¡Bien!
Y, para rematar, la calidad de Winterbottom en la dirección. Consigue que sientas la ciudad, a sus gentes... pero también consigue que te sientas inquieto cuando la niña camina sóla por Génova, y que pienses que realmente puede ser atropellada.
Un maestro.