Apenas un año después de su "Crueldad intolerable" los Cohen vuelven a la carga con esta "The Ladykillers", remake de una película de notable éxito dirigida en 1955 por Alexander Mackendrick.
La verdad es que los Cohen nos tienen acostumbrados a tratar todos los temas; parece que no se arrugan ante ningún proyecto, incluso ante éste, un incómodo remake de una muy popular película que llevaba varios años rodando de estudio en estudio porque nadie se atrevía a cogerlo. Pero para eso están los Cohen en la Industria, para hacer algo que nadie se atreve a hacer.
Cuando ellos tomaron las riendas del proyecto, un dubitativo Tom Hanks se decidió definitivamente por dar el sí, y aquí lo tenemos de vuelta a los papeles de comedia. Un regreso que ya es merecedor de ir a verla.
Ahora bien, últimamente con los Cohen parece que hay una especie de ansia por certificar su declive, por consagrar sus primeras películas y dar la noticia de que las últimas ya no son lo que era. Cierto es que tras la cota magistral de "Fargo", y tras un lapso de cuatro años, sus siguientes películas "O Brother!", "El hombre que nunca estuvo allí" y "Crueldad intolerable", pueden considerarse menores. Pero lo cierto es que su sello siempre está ahí, hagan lo que hagan, y yo sigo creyendo que ver una película suya es siempre una apuesta segura. Por todo ello, para los amantes de los Festivales, en su reciente paso por Cannes, al terminar la película el público aplaudió con fuerza.
Por tanto, ¿a qué conclusión se puede llegar? Al menos, yo no me espero una obra magistral, me espero una película inferior a la británica (que aún no he visto), algo, por otra parte, muy habitual en los remakes; me espero una película en la línea de "O Brother!". Pero sobre todo, sé que voy a volver a disfrutar de la mano del genio de esta singular y bendita pareja de hermanos.