Crítica de la película Manhunt por Keichi

Basta echar un vistazo al póster de Manhunt para hacerse una idea de lo que ofrece. Esta película Noruega cumple absolutamente todos los cánones del Slasher. Evidentemente, hablar de este género es hacerlo de La matanza de texas, de Tobe Hooper, que a estas alturas debe de ser el director más influyente de la historia del cine. Aunque los nórdicos coquetean de vez en cuando con el terror, no es demasiado habitual que lo hagan en forma de carnicerías como la que previsiblemente va a obsequiarnos esta película. Lo suyo suelen ser atmósferas malsanas y frías pero presididas siempre por una cierta sobriedad. Tendrá su puntito ver como este film conjuga ambas vertientes cinematográficas.

Patrick Syversen dirige su primer largometraje después de un par de cortos de escasa repercusión. Los pardillos de turno son los actores Kristina Leganger Aaserud, Janne Beate Bønes, Henriette Bruusgaard y Jørn Bjørn Fuller Gee, casi todos ellos debutantes. ¿Hasta qué punto la premisa de este film es predecible? Manhunt carga con un argumento que lo tiene difícil para ofrecer algo nuevo. El problema de este tipo de films es siempre el mismo: Si la historia decide desentenderse de los personajes y convierte sus muertes en recursos cómicos siempre hay dónde agarrarse, pero si -como es el caso- se toma la cacería en serio y pretende que enfaticemos con las sufridas presas, debe de estar muy bien llevada para no aburrirnos. Sin desarrollo argumental alguno solo nos quedará el sabor momentáneo de la sangre.