Si hay algo que abunda en el norte es el frío, y como no podría ser de otra manera, este frío también afecta al cine. Sus golpes son secos y fuertes. No escatiman en drama, en teatralizar ciertas situaciones pero sin entrar en sentimentalismos. Dureza, sobriedad, frío.
Todo esto creo que es lo que vamos a encontrar en “Day and Night”, todo esto y más, buenos planos, buenas actuaciones aunque no brillantes, y sobre todo la sensación de haber visto una buena película. Una película sólida.