Tras leer las dos magníficas precríticas de mis compañeros Rómulo y Obi-Wan, desde el punto de vista estrictamente precrítico, poco me queda que aportar, más que mi propia opinión.
Para quien se haya incorporado tarde, nos encontramos ante la ópera prima de Gabe Ibáñez, un hombre que viene del mundo de la publicidad, con un interesante corto a sus espaldas, Máquina, que es capaz de asumir el reto de parte de una nueva generación de crear buen cine de género. Tenemos muy buenos ejemplos en los últimos años: El orfanato, La noche de los girasoles, Celda 211 o El rey de la montaña. De hecho, el guionista de El rey de la montaña trabaja en el guión de esta película, lo cual asegura oficio, el resultado de una película que no repela al espectador, creíble,
Por otro lado, un thriller de los que se fusionan con el lugar en el que la historia está ambientada, todo sostenido por una actriz, Elena Anaya, que nos acompañará en el 85 % de los planos. Algo que nos remitirá a Jodie Foster y, quizá, su Plan de vuelo: desaparecida. A mí, últimamente, se me gana con atmósfera. No pido demasiado.
El reto de la película es mantener el interés con un argumento y unos medios mínimos. La película fue presentada en la Semana de la Crítica en Cannes, donde fue bien recibida, aunque en Sitges no lo fue tanto.
Luces y sombras se ciernen sobre hierro.