Crítica de la película Nothing personal por Hypnos

Estamos en verano y se agradece/sorprende la presencia de películas como la que centra la presente precrítica: Nothing personal. Cuando uno sólo piensa en el cine como el lugar donde recluirse para huir del calor, nos llega esta película que nos habla de otro tipo de reclusiones de, en definitiva, solitude.

Se trata de una película pequeña, independiente, de autor, festivalera, con presencia en el palmarés de Locarno y de Sevilla, multicultural, ópera prima de Urszula Antoniak, de la que se dice una nómada del cine con ascendencia polaca, raíces holandesas y sueños irlandeses.

Estamos ante la enésima película de dos personas que sólo se conciben como individuos, incapaces de integrarse en un conjunto, sea éste el que se quiera: familiar, de pareja o social; la historia de una lucha contra sus convicciones que les hará descubrir que la solitude no es libertado y que vivir implica el sacrificio de no ser libre.

Estupendas las elecciones, empezando por Stephen Rea, un actorazo, habitual de las películas de Neil Jordan; y la debutante Lotte Verbeek, de la que todo el mundo habla maravillas.

No me la pierdo.

Y al que no le guste, que siga escarbando en los estrenos del verano.