Me gustan estos proyectos rodados con actores no profesionales. Suelen llenar al director de mayor motivación por el jugo que puede sacar a lo desconocido. Se suele improvisar en la mayoría de los casos. Además, suelen ser un producto festivalero de mucha valía si causan sensación entre el público y sobretodo de la crítica. Aún me acuerdo de la película Soñadores de Bertollucci. Basada en una novela pero un experimento con un resultado cinematográfico excelente. Fruto del encuentro de los tres actores con el director encerrados en un cuarto.
En esta ocasión, el gusto por lo culinario y la cultura oriental se esconden en un cuarto para abrir la puerta a una nueva era de directores, de tendencias. Zhang Huilin es el director de orquesta de la película presentada en la sección Nuevos Directores de San Sebastián, Seasons in the sun. Ya dice mucho un título así.
Una cinta sobre las relaciones, la juventud, los debates internos de cada uno y la vida en general. De esas que hay que ponerse cómodo e ir viendo lo que ocurre. Su calidad responde en buena medida al buen ritmo que impere durante la poyección, algo constante que pueda ser disfrutado. En cierta manera, una versión china de Soñadores de Bertolucci. O parecida.
Buenas vibraciones.