La película ya ha sido vista en Sundance, donde se llevó el premio a la mejor fotografía y en Sitges. La acogida irregular nos avisa de que posiblemente no nos encontremos ante una gran película.
Se trata de la primera incursión de Chris Gorak en la dirección y en el guión. Hasta ahora había trabajado como director artístico en películas muy interesantes como “El hombre que nunca estuvo allí” o “El club de la lucha”.
Actores no demasiado conocidos, televisión y películas pequeñas. Formato digital y una ambientación en general de bajo presupuesto. Si bien lo primero es incluso positivo, pues la fotografía digital puede acrecentar el realismo que necesita una historia como esta, el bajo presupuesto puede hacer resentirse a un guión que recurra por obligación a la unidad de lugar.
Promete una angustia que puede hacerse excesiva y aburrida, no quiero otra “World Trade Center”, pero también puede estar tratada de forma suficientemente original como para mantenernos interesados durante la hora y media que dura. Una incógnita que dudo que termine siendo demasiado buena o demasiado mala.