Todo es soso cuando analizas ésta película. El argumento cómico, los actores, el propio director (ésta es su primera película y apenas ha hecho nada antes, al menos nada reseñable).
Estamos ante una comedia vacía para aquellos espectadores que no se cansan de volver una y otra vez sobre los mismos chistes. Para mí, la comedia es uno de los géneros clave. Muchas veces se ha oído ese de que es más difícil hacer reir que llorar. Y estoy bastante de acuerdo. Por eso me encanta Ben Stiller (a veces me asusto por la cantidad de precríticas en que lo nombro, voy a tener que ponerme un poster suyo en mi cuarto), por eso me gusta mucho Gondry (su Rebobine por favor es una obra maestra del despropósito) y por eso amo a Wes Anderson (aunque Viaje a Darjeeling me dejó sentimientos encontrados). Acabo de nombrar a tres directores que poco o nada tienen que ver entre si. Stiller es el gamberro, Gondry el fantasioso y Anderson el sutíl (más o menos). Pero los tres ofrecen comedias originales, diferentes y difíciles de catalogar.
Querido espectador, sé que muchas veces, por cansancio, tendemos a lo fácil, que es ir a ver lo primero que encontremos en la cartelera catalogado con la palabra "comedia". Pero quiero que tras leer ésta precrítica te plantees decir NO. La comedia no está en crisis. Tienes tres ejemplos claros como Stiller, Gondry y Anderson, lo que pasa es que muchas veces quedan diluidos entre tanta copia de la copia de la copia...
¡No te rindas!