Cuando se escribe una precrítica se busca orientar de alguna manera al lector para ayudarle a decidir si le interesa o no la película en cuestión. En este caso ¿qué puedo decir? ¿Alguien puede tener dudas? Ellos son Los Simpson, los conocemos desde hace mucho tiempo, son ya como de la familia, o quizá nosotros seamos ya como de su familia, o como de Springfield al menos. Nadie se va a llevar una sorpresa, creo yo.
Por tanto, no voy a hablar de los estupendos secundarios o del humor mordaz y certero, porque eso ya lo sabemos todos. Voy a indicar por qué tengo ganas de salir a ver esta película en lugar de quedarme en casa delante del televisor viendo un par de capítulos mientras me tomo unas Duff
Primer punto, siento que se lo debo. Han pasado ya dieciocho años desde que aparecieran en La 2 de televisión española y desde entonces una sola película me parece una proporción de lo más aceptable. Horas y horas de diversión, me parece justo no dudar en acercarme a las salas.
Pero hay más razones. Hace mucho tiempo que Los Simpson dejaron de ser unos monigotes mal dibujados con una animación voluntaria y necesariamente cutre. Poco a poco han ido acumulando unos detalles impecables de animación hasta el punto que, llegados a esta película, aun siendo en 2D, podemos esperar un buen derroche de técnica, superior a la que vemos en la serie, aunque nunca por delante del guión. Para asegurar esta calidad tenemos al director, David Silverman, que además de ser un veterano de la serie, es uno de los directores de Monstruos S.A.
Si la animación es superior, espero que también lo sea el humor, confío en que hayan ido reservando los mejores momentos para la película y que se consiga mantener el interés sobradamente para un largometraje. ¿Por qué no voy a confiar? ¿Alguna vez nos ha defraudado esta familia inexplicablemente entrañable? En el guión tenemos a un buen batallón de nombres que nos resultarán familiares de los créditos de la serie, capitaneados, por supuesto, por Matt Groening, el creador de la serie, y por James L. Brooks, el productor ejecutivo de la serie, también conocido fuera de la animación. Ya se llevó sus oscars por La fuerza del cariño y lo intentó de nuevo en otras ocasiones como con Mejor… imposible, donde fueron premiados los dos protagonistas. Lo último que sabemos de él en cine es Spanglish.
Sobre todo, es una opción de ver a una de las familias más míticas de la televisión por fin en pantalla grande, eso para mí ya es suficiente. Yo no me la pierdo.