La serie de películas de Jackass simplemente no tienen un sentido cinematográfico sino testimonial en lo que al audiovisual se refiere. Las situaciones provocadas, que no tienen atracción para mí, pero puedo entender que a muchos sí viendo como se pone de bote en el bote la audiencia del gran hermano, no dejan de ser meras batallas del bruto y cachondo gamberro medio de la clase media pudiente.
Esto no es suficiente para llevarme a las salas y ni siquiera de interesarme demasiado, su sitio es simplemente una especie de piñatube donde repetir una y otra vez la risa tonta de cualquier salvajada a la que agarrarse para pasar un rato de tiempo totalmente perdido. Un escalón inferior que el de las películas adolescentes malas estadounidenses es el que le espera a este film estúpido y sin miras, pero eso sí, el que quiera empaparse de su esencia pues adelante, que para todos a de haber.