Esta película tiene los mimbres de un cine pensado no para denunciar sino para mostrar una situación, a modo de historia gris pero bonita, la vida de muchos hombres y mujeres suburnanos, llamados así porque se supone no entran en los planes de la sociedad moderna y de recursos que les vio nacer pero no les alimentó porque no había para todos. Mostrar esto con una historia de ficción tiene el peligro constante de forzar la realidad, y no superarla.
La intensidad de sus personajes vendrá de la mano de una muestra sincera del día a día y de las ocurrencias por subsistir, a costa de lo que se necesite, quebrantando normas que no valen en mundos paralelos donde estas no hacen falta. Pero como decía antes, el peligro está en no parecer real en cuanto tomas contenidos poéticos del cine y construyes una historia así, de la calle. En el momento exacto en el que el ritmo sea bueno, el caer de los planos hasta provocado y los acontecimientos mienbros de una intención de estructura esta magia marginal se pierde, y simplemente nos encontraremos ante una película normal, mejor o peor pero normal.
Creo que esta en concreto mantendrá la promesa de mostrar lo crudo, desde lo hondo, pero también creo que cuando lo necesite recogerá recursos de cine y se alejará de esta idea para redondear el film. La redondez, cuando se trata de plasmar fidedignamente no vale, porque las cosas allí abajo no son redondas, para nada. A pesar de mis miedos será decente y será complaciente.