Tanto Dylan Dog como Martin Mystery encarnan la clásica historia de comic de misterio con tintes sobrenaturales que tanto me gustan. Me viene a la boca la palabra lovecrafiano. Y es que en estas historias hay mucho de sabor british, paranormal, y de todo aquello que tanto tratan tanto Lovecraft como Poe.
Como siempre, da mucho miedo el paso y adaptación a película de un comic de éxito. En primer lugar, porque se han actualizado las historias al 2010. En segundo lugar, porque perdemos al fiel acompañante de Dylan Dog: Groucho Marx (una licencia del comic que, probablemente, hollywood no pueda permitirse). Y, en tercer lugar, porque Brandon Routh me parece un protagonista demasiado flojo para un personaje tan lleno de carisma.
Sea como sea, yo la voy a ver igual. Aconsejo al espectador amante de las historias de misterio más clásicas que no se lo pierda y que, por supuesto, se pase por una tienda de comics para ver lo que es el auténtico Dylan Dog.