Crítica de la película Seis nueve por Iñaki Ortiz

Parece ser que llega a nuestras pantallas una película del director tailandés Pen-Ek Ratanaruang que trae unos cuantos años de retraso, es de 1999. Naturalmente la distribución del cine tailandés no es demasiado fluida en nuestro país. Es muy posible que haya tenido algo que ver con su estreno el hecho de contar este año en la Berlinale con la última película del director, “Invisible Waves” (“Olas invisibles”). En todo caso, el cine tailandés poco a poco va tomando sus posiciones en nuestras carteleras, y prueba de ello son películas como “Thai Dragon” o “Beautifull Boxer”.

En concreto ahora hablamos de una película de corte violento. Acción sucia, bajos fondos, desesperación... Con unas premisas muy simples nos vamos a encontrar con un argumento muy convencional, similar al de muchas películas de la segunda mitad de los noventa, entre el cine de autor y la acción. Me temo que el guión llega exactamente los mismos años tarde que la película. Muchos ya estamos un poco aburridos del estilo aunque también es verdad que puede ser un buen punto de partida.

En todo caso, una opción más que aceptable para verano, y una buena oportunidad de acercarnos al cine procedente de la lejana Tailandia. Los amigos del lujo y esplendor absténganse.