Crítica de la película X-Men Orígenes: Lobezno por Super Mario

Casi 3 años después regresa a la gran pantalla Lobezno. Su última aparición fue en la muy mediocre X-men: La Decisión final. Es una de las razones por las que no tenga mucha fe en esta ocasión.

Aquella era una película sosísima en la que solamente el buen hacer del reparto mantenía con vida la película. Aquí pintan bastos, es decir, el reparto tendrá que aguantar la falta de ideas, un reparto en el que no estarán ni Patrick Stewart, ni Ian McKellen entre otros.

Pero hablemos de los responsables de X-men orígenes: Lobezno, comenzando por su director, Gavin Hood (Tsotsi), película ganadora del Oscar a la mejor película extranjera en el 2005, de la que también es guionista.

Se trata del claro ejemplo de director que recluta Hollywood a golpe de talonario para ponerlo al mando de otra película que se supone va a dar beneficios para que al menos técnicamente la película no sea basura. Ejemplos hay miles: nacionales como Juan Carlos Fresnadillo (Del corto Esposados a 28 semanas después), europeos como Tom Tykwer (De Corre, Lola, corre a The International) o suramericanos como Walter Salles (De Diarios de motocicleta a Dark Water). Parece que los resultados más o menos les funcionan así que para qué cambiar.

Ya le empaquetaron el thriller Expediente Anwar con resultados discretos en crítica si bien seguramente los 11 millones de dólares conseguidos en la taquilla americana más lo que sacara por el resto del mundo debieron contentar a más de uno al superar los 10 de presupuesto que tenía.

Los guionistas son David Benioff que lo mismo te hace Troya que Cometas en el cielo y Skip Woods cuyos libretos se limitan en exclusiva a la acción: Operación Swordfish y Hitman. Otra mano en la que vuelven a pintar bastos.

Y, finalmente la mejor baza de la película: el reparto. Con Hugh Jackman a la cabeza, que se sabe que percha la tiene, que hará un lobezno creíble, con fuerza. Con Liev Schreiber, muy buen secundario de películas buenas (Esfera, Al caer el sol) y no tan buenas (Pánico nuclear, Kate & Leopold). Con Ryan Reynolds, el marido de Scarlett Johansson, visto en Blade Trinity y Ases calientes entre otras. Con el bastante novato Taylor Kitsch (Serpientes en el avión) que habrá que ver si está a la altura de su personaje Gámbito, uno de los personajes más molones de la saga.

No va a ser una gran película, eso seguro. Sé que la poscrítica nunca subirá de las 3 estrellas y que es muy difícil que baje de las 2 estrellas. Pero poscrítica haberla, la habrá.