La alegría de poder ver a un grande como Giuseppe Tornatore, aquel de Cinema Paradiso y recientemente con La desconocida, con una trayectoria magistral, buena, seria, tremendamente talentosa, no se repite todos los días, y los propios italianos compatriotas encima este año lo disfrutarán más abriendo como abre el Festival de Venecia 2009.
Pero es que además hablamos de una superproducción con cientos de personajes a la disposición de una historia grande, de época, entorno a la ciudad de Palermo, capital de Sicilia, y conocida allí como Baarìa. Podemos ver entonces ese ritmo extraño y propio de estos films tremendos, con ese toque de nostalgia de los tiempos pasados y la comedia más poderosa y especial de brazos que se agitan con los dedos juntos haciendo piña. El estilo de las comedias que en Italia siempre se ha sabido hacer, aderezado de una ambientación digna de aplausos tan solo por la valentía de empezar con la hazaña, acabada seguro con maestría por parte de un director grande.
Rodada en Túnez, con 30 millones de dólares de presupuesto, cuenta con la publicidad de tener a una de las grandes, Monica Bellucci, con la que trabajó en Malena, y todo un elenco de actores de su país que contarán con la suerte de entrar en una de esas grande películas que ya no se hacen por aquellos lares. Yo personalmente estoy convencido con una película como ésta. Reluciente de frescura, contando lo de siempre, pero ahora que ya no se hace, y encima con un genio que sabe de sobra mostrar la realidad de las personas pero con un toque de magia especial. No se puede pedir más.
Como despedida, ¿quién firma la banda sonora?, Ennio Morricone, no hay más que decir.