El director de la infantil La telaraña de Carlota, se presenta ahora con una película bajo el brazo bastante mediocre, aparentemente graciosa pero no será más que cómica para algunos que disfruten de estas entradas en pantalla de guapas, que siempre existirán en papeles menores.
Lo de Kate Hudson no tiene demasiado nombre, no triunfa y punto. Sus apariciones en el cine son para adjuntarse en papeles pequeños o simplemente a jugar a diva pero que no da para papeles que tenga cierta relevancia, nadie le ve en lugares más altos del prestigio y poco a poco se le pasa el arroz. Sus apariciones en Una novia para dos, Tú, yo y ahora Dupree o Como locos...a por el oro dan muestra de la limitada oferta que posee y el talento tampoco es que sea para demasiado más, o entra por los ojos o no, y es que no.
Por otro lado la que hace películas como churros Anne Hathaway, eso sí, con papeles de lucimiento y un poco bonitos menos sus incursiones en películas como La joven Jane Austen, pero que se muestra más predilecta a hacer fama y dinero con títulos muy menores apareciendo cien veces en pantalla. La nueva Julia Roberts, con el tiempo espero que espabile porque sino la trataré de poca actriz, aún le doy el beneficio de forrarse unos años mientras madura. Superagente 86 de película por ejemplo tiene que desaperecer poco a poco de su filmografía.
Así que aquí nos encontramos, dos guapetonas rivalizando a noñas detrás de un argumento que todavía el guionista lo está buscando, aunque una cosa tenía clara, el climax verlas a las dos vestidas de novias. Qué lástima.