La película no está nada mal. Sabe conjugar una historia de amor con una historia de tensión. Ya sabemos que esto no es nada nuevo, pero tampoco digo que la película sea para tirar cohetes.
Lo que me gusta es la tensión psicológica, sin duda propiciada por la relación entre el sentimiento de culpa por la infidelidad y el castigo del asesino. También el miedo al amante depredador, al vampiro por decirlo así.
No es la primera vez que se hace, pero el caso es que está muy bien llevado, tanto por el lado de historia de amor como por el otro lado. Bien es verdad que las varias menciones al criminal del bisturí quedan algo forzadas. Pero tampoco demasiado y además son la única referencia durante mucha parte de la película a la culpabilidad del asesino. Damos por hecho que es él, lógicamente. Y eso me gusta más.
Buen trabajo de los actores, buen guión y una dirección eficaz para esta película pequeña que da un buen resultado.