Hay varias cosas que me resultan interesantes en ésta película. En primer lugar, que se trate de una apuesta por el cine sobre familias pero desde un punto de vista del suspense-terror. Además, tanto el director como los actores, han forjado sus carreras en la televisión, participando en todo tipo de series conocidas. Así que estamos ante una película sin grandes y engoladas actuaciones, sin efectos especiales, y centrada en una familia donde no todo es lo que parece...
Lamentablemente para que una película así fuera de auténtico nivel, nos haría falta Claude Chabrol o, por citar a alguien más actual, Michael Haneke. Aquí estaremos ante la versión fast food de ambos. Evidentemente esto es algo malo, pero creo que también le dará un toque plasticoso y de película un poco mala. Y eso creo que, sin ser algo bueno, le dará su punto.
Muy importante ni sentirse engañado, ni confundirse de película: si se va al cine a verla, hay que entender que sólo se trata de una película de suspense de bajo presupuesto, con actores de televisión y sin el talento suficiente como para ser una gran película.
El que avisa no es traidor.