Crítica de la película 300 por Hypnos

Es triste que en nuestros días nos alegremos por ver una película entretenida. La cartelera, precisamente, no está plagada de ellas, y si uno lo único que busca es entretenerse y disfrutar del poder del séptimo arte se acaba encontrando con películas bazofia.

Yo me acerco a 300 tomándola como lo que es, una película palomitera y de entretenimiento que no busca ni más ni menos. No le veo yo a Zack Snyder preocupándose de otra cosa que no sea hacer una fiel adaptación de un cómic que le encantará a él, como a otros millones de lectores.

No creo que Snyder esté tejiendo tras el metraje un mensaje que tenga su aplicación en nuestros días, más allá del que el propio Frank Miller quiso dotar a su obra.

Él mismo ha reconocido que las ganas de hacer este cómic le vinieron tras ver El león de Esparta, película de 1962, y que una de las cosas que quiere dejar claras es la siguiente (y paso a citarlo textualmente):

"(...)siempre he encontrado fascinante cómo las sociedades libres dependen de sus dictaduras internas para protegerse. Es decir, cuando estamos en peligro no enviamos al Congreso de los Estados Unidos, enviamos a los marines, que están entrenados y jerarquizados com olos habitantes de un estado totalitario. Pero son nuestra línea de defensa, los necesitamos. Es uno de los aspectos paradójicos de esta historia que me encantan, que los menos democráticos de los griegos estuvieran defendiendo la democracia".

Si la adaptación es fiel tendremos que asumir que veremos esto en la película.

Este punto de partida sería fabuloso para dar una vuelta de tuerca y adentrarnos más allá y reflexionar sobre esta interesante idea.

No creo que Snyder quiera hacer esto, sino hacer unos planos de la pera, calcar las viñetas y hacer que la gente se lo pase en grande sin mayores pretensiones y con todas las concesiones.

Manejar una historia de estas características con tamaña ligereza tiene un peligro evidente: caer en moralina y mensaje fácil. Esto es lo que me temo que va a suceder.

Una película 100 % dedicada a lo visual y que no quiere que nuestra atención se desvíe con importantes presencias, de ahí que el reparto sea poco conocido: Gerard Butler (El fantasma de la ópera), Lena Heady (Rosas rojas o The shooter), Dominic West (Misteriosa obsesión, Hannibal, el origen del mal) o Rodrigo Santoro (Carandiru o Lost).

A divertirse toca.