Hay una corriente en animación muy
dada a recuperar los clásicos, a apelar a la nostalgia. De hecho, en
producciones tan tecnológicamente avanzadas como son las de Pixar,
en más de una ocasión vemos el reflejo del cine clásico. En el
guión de Ratatouille es un claro ejemplo, o la película
antigua que miran los robots de Wall-E.
Lo que tenemos aquí va mucho más
allá. Primero, por el estilo muy clásico de su animación (ni que
decir tiene que en 2D), que su director, Sylvain Chomet ya
conoce de Bienvenidos a Belleville. Pero cuidado, el hecho de
que sea la animación de toda la vida, no quiere decir que esté
anticuada. Por detrás contará con las últimas técnicas de
animación.
En segundo lugar, el guión es una
adaptación hecha por el propio Chomet del texto escrito por Jacques
Tati tiempo atrás. Tatí es todo un icono de la comedia
francesa, y como tal icono ha quedado bien representado por su imagen
animada en esta película. Su cine no era de animación, pero casi,
pues su estilo caricaturesco e imaginativo se prestaba a ello.
En definitiva, una película que se
presta a la nostalgia de un cine más ingenuo, más lírico. El
episodio de los mimos que aportó Chomet a Paris je t'aime nos da una
idea de por dónde van los tiros.
Esta película estuvo nominada al Oscar
a mejor película de animación, que como es natural ganó Pixar de
nuevo con Toy Story 3.