Crítica de la película Louise-Michel por Iñaki Ortiz

De vez en cuando, el cine francés demuestra su gusto por el humor negro más grotesco, con gags que rozan el gore en algunos momentos. Esta película es un claro ejemplo de ese tipo de humor del país vecino. Es distinto, por ejemplo, al humor negro inglés, como el de Un funeral de muerte. Este es más contundente, más grotesco y tiende a crear su propio universo irreal en el que matar al jefe es algo perfectamente asimilable por un grupo de trabajadoras. En definitiva, una historia que bien podría traducirse al TBO conservando el título y contanto las aventuras de estos dos personajes (que visualmente pueden ser exactamente así en el papel).

Una película inofensiva, que consigue arrancar unas cuantas carcajadas del público, lo que es todo un éxito teniendo en cuenta que no pretende otra cosa. Sin embargo, es un humor un tanto simplón, de ese que no te reconforta demasiado ser partícipe. Una dirección sencilla, completamente supeditada a la potenciación del chiste, que ni falla ni destaca. Un guión que sin ser nada del otro mundo, no aburre, que es fiel a sus propias reglas, al universo que se ha creado. Unas interpretaciones eficaces para el humor, con los cameos incluidos.

Un tiempo bien invertido para reír en una película que no pasará a la historia precisamente.