Harry Potter, Jumper, Crepúsculo, El efecto mariposa... viva la fantasía juvenil. Unas son interesantes, otras pasables, otras mejor que no existieran, pero todas son muy ligeras y conectan rápidamente con los jóvenes. Ahora toca una más, de jóvenes con curiosas aptitudes, en la línea perfectamente marcada por anteriores éxitos comerciales.
La dirige Paul McGuigan, aquel director que prometía con su ópera prima, Acid House, pero que hoy en día, en el mejor de los casos, te rueda una película de género de carrerilla como El caso Slevin. Aquí, casi seguro, estará a las órdenes del estudio y se limitará a generar un producto correcto y que funcione bien.
Si ninguna de las películas de los Oscar te interesa, o las has visto ya, sigue rebuscando un poco más, porque seguramente encontrarás algo más interesante. Quizá en verano podría ser un refresco aceptable, pero no ahora que tenemos muchas buenas opciones en cartelera.
Destaca en el reparto la niña prodigio Dakota Fanning que está a puntito de cumplir los quince, y que ya se rumorea su participación en la segunda parte de Crepúsculo (todo encaja). También Djimon Hounsou, que no estaba nada mal en Diamante de Sangre.
Para jovenzuelos poco exigentes.