Crítica de la película Sombras tenebrosas por Obi-Wan

Como temía en mi precritica, estamos ante otra fábula fantástica que Burton utiliza para dar rienda suelta a toda su capacidad artística. La trama, una soberana tontería, en la que solo he podido destacar algún concepto interesante sobre las diferencias entre amor y posesividad.

 El aprobado justo que se lleva es gracias a dos cosas. La primera es que ha conseguido hacerme reír y recordarme en algún momento esa impasibilidad sarcástica ante la muerte de Sweeney Todd. Cierto es que el personaje de Johnny Deep es empalagoso y predecible, todos esos chascarrillos sobre ríos negros que atraviesan el bosque y demás descubrimientos de la era moderna lo hemos visto mil veces,  exceptuando la veneración del Mc Donals como Mefistófeles.  Pero sin embargo el resto de personajes de la familia a excepción del inexpresivo niño, han sido perfilados con mucha gracia en un encasillamiento premeditado que surte los efectos deseados en el espectador.

El segundo motivo por el que no puede suspender, es por ese despliegue incesante de estímulos visuales, tanto de formas como de colores, que nunca me canso de ver con Burton. La mansión tenía vida propia y me han maravillado los fantasmas, mucho más logrados que en la saga de Potter.

No ofrece nada más que un justo entretenimiento y mucha vistosidad.  Deep cansa, a Elfman no se le oye, habiendo sido sustituido por un amplio repertorio de los setenta (para los que tuvieran dudas, Alice Cooper se interpreta a sí mismo). Y muchas veces se adivina a Burton tras la cámara riéndose de sus excentricidades, como en el apareamiento en el despacho.  

No es el genial Burton, si no el Burton juguetón. Si te rindes a su ritmo, se pasa un rato agradable, si intentas luchar contra él...dinero tirado a la basura.