Semanalmente me suelo encargar de precriticar las películas-basura de terror que se estrenan por nuestra cartelera. La mayoría de la gente no tiene la percepción exacta de las toneladas de seudo-remakes americanos que llegan a nuestra cartelera pero, creedme, son una tonelada.
Todos ellos ofrecen lo mismo: una especie de refrito de película de terror japonesa con los mismos mecanismos y tópicos de siempre cuyo disfrute suele ir directamente relacionado con el tamaño de las tetas de la protagonista (o, más comúnmente, de alguna de sus tontas amigas). Algo insufrible.
Pero con ésta película la cosa cambia. Frank Daranbot es todo un especialista en Stephen King y ya nos ha ofrecido adaptaciones de la calidad de Cadena perpetua o La milla verde.
No me gusta mucho ninguna de las dos películas citadas ni tampoco Stephen King, sin embargo tengo mono de ver una película de terror medianamente trabajada. No espero ninguna revolución en el género pero si una película digna que sepa entretenerme y que huya de los tópicos más manidos. Su mayor dificultad, en mi opinión, será aguantar las comparaciones con La niebla de John Carpenter, autentica obra maestra de la serie B.
Veremos.