Se trata de un remake de una película de 1962 muy en la línea de "Las aventuras del Barón Munchausen" (cuyo remake también hizo Terry Gilliam) y seguramente también a "Los viajes de Gulliver".
No se yo muy bien que se puede esperar de una película de Matt Damon con efectos especiales para recrear mundos místico-románticos con alegres criaturillas y mierdecillas por el estilo. Tampoco llega tras un gran éxito en estados unidos, al parecer la película ha pasado sin pena ni gloria.
En fin, parece otra de éstas superproducciones americanas la mar de aburridas que periódicamente ocupan nuestras carteleras. El único punto a favor que me queda es Terry Gilliam. Algunas de sus películas me han dejado tan buen sabor de boca que me queda la sensación de que, si me esfuerzo, podré ver en ésta película su mano. No sé: supongo que me arriesgaré a pagar por ella.