Aquel director que en 1989 nos propusiera, qué decir proponer, que soltó al mundo sin saber lo que tenía entre las manos, Tetsuo, creó un estilo, pero pronto se acabó, supongo que una sola película era suficiente, aunque luego se hicieran muchas ninguna era tan potente como aquella primera y virginal providencia acertada. Ni siquiera en 1992 con la segunda entrega de él mismo la cosa mejoró, tenía similitudes, se acercaba pero no fue a más. El ciberpunk se había estancado rápidamente, las pelis malas de ciberpunk sin embargo proliferaban.
Actor continuado, como en aquella buena película lenta de tragar de Seres extraños, vive tranquilo gracias a aquel boom y a ciertos intentos de películas decentes, que pueden resultar curiosas pero no buenas del todo, como por ejemplo, Nightmare detective.
Ahora y tras rechazar la oferta de hacer de aquel enjendro cibernético eléctrico lo que sea un hombre lobo americano, se ha propuesto sacarlo adelante en Tokyo pero claras intenciones de ofrecerlo a lo internacional, eso que es el público genérico por el que se suelen cometer tonterías en los guiones, adaptarlos para todos. Con actores americanos, su primera película en inglés será la tercera parte de lo que le hizo grande, pero persiguiendo aquello va a perder mucho en estos tiempos. Es un director de culto y casi todos pasaremos por las salas para verlo, pero de ahí a que esta película sea si quiera decente, distará muchísimo. Yo al menos no confío.