Aspectos técnicos como la luz, el montaje y la dirección artística estarán calibrados hasta la extenuación de un hombre de su edad y paciencia pero aspectos de interpretación habrán sido influenciados por la protagonista deseosa de honores. Para eso está el teatro niña, tú lo que quieres es más fama.
Merece la pena dejarse pasar por la curiosidad muy cierta de esta nueva atención por las películas de carácter musical, rozando el larguero, tratando de acercarse a tiempos mejores que no volverán al menos en su forma inicial. Robert Altman y la música. Interesante, el baile, la composición, al fin y al cabo él debe de poseer ese talante sensible para con la creación de estos artistas de lo imposible y poco lucrativo.
Seguro que tendré que tener paciencia para apartar la historia de amor, pero el resto puede ser un espectáculo visual que bien compaginado con la danza podría hacerme saltar del asiento para olvidarme mañana mismo, que no es poco.