Esta película le debe mucho a la
reciente The road, ya que su argumento y su tono es
básicamente el mismo. Con todo, hay que reconocer algunas
diferencias que, si bien la hacen más irregular, quizá también
consiguen que sea más disfrutable.
Como en aquella, encontramos un mundo
apocalíptico y un tono lírico depresivo con retazos de poesía
country. Aunque aquí se apoya algo más algunos momentos de acción,
se aprecia un objetivo más claro y se aleja de la metáfora vital
para ofrecer un poco más de aventura con los pies en el suelo. Eso sí, queda muy lejos de las dósis de acción dura que parece prometer por su planteamiento y por como se vende.
Sin ser una gran película, y con un
presupuesto notoriamente bajo, consigue mantener un buen nivel, con
un tono general bien afinado y algunos buenos momentos. Un
apocalipsis con bastante clase.