Es la pregunta que más me inquieta cuando pienso en este título. Todo apunta para ser un sólido thriller, muy convencional, y en el que como los thrillers de última generación, tales como, por ejemplo, Michael Clayton, Syriana o incluso la propia Casino Royale, tengan un argumento más realista y más enrevesado que la prensa del color salmón.
Pero es que detrás de la cámara está Tom Tykwer, el autor de Corre, Lola, corre o La princesa y el guerrero, y que inició su idilio con el cine de la industria con El perfume. Aún el perfume tenía hueco para su personalidad, pero por más vueltas que le dé, no se lo encuentro a esta propuesta, a medio camino entre la denuncia y el entretenimiento.
Mucho me temo que todo acabará en un cine palomitero, en el que se echará de menos a alguien con la mano de J.J. Abrams, y preguntándonos por qué Tykwer dilapida su talento con este tipo de películas. Inauguró la Berlinale, con la decepción generalizada por bandera, pero que posibilitó que en la alfombra roja de dicho festival se paseasen sus protagonistas: Clive Owen y Naomi Watts.
Al menos, dentro de lo convencional, tendrá estilo.