El resultado de este tipo de films suele ser pesado y desconcertante, en primer lugar porque insisten demasiado en configurar un alma en pena que viaja por el camino del autoreconocimiento, esto engancha hasta cierto punto, hasta devorarlo con un terror psicológico de sustos que no tienen motivo más que en la mente del enrollado en las escenas.
Las féminas suelen entrar mejor en este sistema de engaño al público, pero a medida que avanza la película los rumores y palabras inquietas en las butacas se hacen valer, bien por la lentitud de los acontecimientos, bien por el descrédito de una tensión sostenida en el poco realismo.
Una aventura difícil de soportar.