Puede que alguno recuerde el nombre de James Marsh como el director del documental Man on wire, que se llevo un Oscar, un Bafta, dos premios en Sundance y muchos otros en diversos festivales. Su carrera como documentalista había llegado a su apogeo, habiendo flirteado con la ficción, por lo que no se si debería sorprendernos o no, que ahora se pase con seriedad a dirigir un thriller.
El Ira, los atentados, el drama, la política, todo se mezclará en esta producción británica, basado en la novela homónima de Tom Bradby, quien se ha encargado también de escribir el guión en su primera incursión para la gran pantalla. Me temo que pocas referencias podemos dar de los nombres tras las cámaras para un trabajo como este, aunque bien es cierto que hasta ahora ha cosechado criticas aceptables.
Para no convertirse en una más del montón, tenemos un reparto para llamar la atención. En cabeza Clive Owen, acompañado de Gillian Anderson (si chicos, vuelve Dana Scully) y Andrea Riseborough, destacada en Brightin Rock, otro trhiller inglés que no sabemos si verá la luz en nuestras pantallas.
Que nadie se espere ninguna obra maestra, aunque sí que podrá servir para entretener y sobrecoger.