No se me ocurre un thriller americano más al uso que este. Me vienen a la cabeza The firm, con Tom Cruise y El jurado, que por cierto fue una de las primeras películas sobre la que escribimos en Precriticas. Ahora de Tom Cruise o John Cusack hace Sam Worthington, un actor algo justito pero que da el pego estupendamente para películas como ésta, o como Avatar o Terminator Salvation.
El caso es que uno puede imaginarse el desarrollo de esta película, sus cambios de ritmo, sus diálogos y absolutamente todo. Lo cuál hace de ella un producto que nuestra memoria olvidará más pronto que tarde. Pero esto no tiene que ser necesariamente malo. A veces apetece un poco de fastfood cinematográfico. Lo digo en el título: te tiene que apetecer una historia que aunque esté bien contada y cuenta con un plantel con gente como Helen Mirren o Tom Wilkinson, no nos va a dejar ningún poso una vez terminada.
Para aquellos que van regularmente al cine y ya se han visto las pelis de oscars o no les apetece entrar en ninguna sala con algo demasiado indie.